Michele y Giulio, nacidos en Barletta y unidos por una amistad de 30 años, han trabajado en diferentes sectores:
Michele, farmacéutico y gran amante de la política,
Giulio, trotamundos y trabajador humanitario.
Estas experiencias les han permitido conocer a personas de diferentes nacionalidades y culturas, sin olvidar nunca la belleza, el ambiente acogedor y el rico calor humano de su ciudad y sus alrededores.
Esta mezcla de experiencias y sentimientos ha dado lugar a la idea de crear un lugar único por su belleza e historia; un lugar para acoger a huéspedes de todas las regiones de Italia, Europa y del resto del mundo.
Por eso, han decidido contribuir a la remodelación del Palacio Santa Croce, situado en el centro histórico de Barletta y cerca de uno de los monumentos históricos más importantes de la ciudad, su Catedral.
Sin embargo, hay algo que inevitablemente nos divide, pero esa es otra historia.
Si quieres conocerla, tendrás que venir a descubrirla en persona.